El ¿Por qué? de los ¿por qué?

El ¿Por qué? de los ¿por qué?

En la casa de mis padres hay una mesa antigua, viene pasando de familia en familia. Es vieja pero para nada obsoleta. Tiene más años que yo y posiblemente haya visto escapar de este mundo a varios dueños. Eso siempre me invita a reflexionar.

Tiene 4 patas, una en cada uno de sus rincones. Ubicadas estratégicamente, como si las mismas hicieran posible que se mantenga en pie o simplemente parecieran pensadas para eso.

Me escapo de la ironía y ahora me encuentro agachado jugando a ser un niño con mi hija. Observo cada una de esas patas. Hubiese jurado que eran iguales, que habían sido hechas de forma automatizada en un trabajo minuciosamente mecanizado. Pero no, parecían iguales, pero no.

Cada pata, tiene su dibujo, cada una es diferente a la otra. Cada una, es única.

Interactuar

Hace unos días me encontré sentado en otra mesa, en este caso redonda. La vida me llevo a ubicarme en un lugar que no había estado nunca como adulto, pero si hace años como niño. Coordinando a un grupo de jóvenes de entre 14 y 18 años que generan proyectos con gran impacto social.

Los escuchaba hablar, moverse, mirarse, opinar, debatir y cada tanto eran ellos, ellos mismos defendiendo algo desde un pensamiento crítico. Desde un ¿Por qué? Hasta ese momento parecían iguales, pero no. Cada uno era diferente al otro, me acordé de las patas de la mesa.

Una semana mas tarde me toco volver a esa mesa redonda en donde un puñado de jóvenes me invitaba a pensar como alguna vez había pensado, a debatir con la misma efusividad que había debatido hacia años y soñar, como había soñado en una mesa de iguales características.

Ver a un grupo de jóvenes totalmente diferentes generando una idea en común es para mí algo apasionante. Es por eso que nace este escrito.

Mi única certeza

Soy padre de una niña de 5 años, tengo más miedos que certezas de hacia dónde vamos. Pero tengo una certeza que tracciona por sobre esos miles de miedos y es que los ¿Por qué? Siempre nos acercan.

La construcción de cualquier persona dentro de un grupo humano nace desde una seguidilla de ¿por qué? Esto no nace de mi, Plutarco lo escribía hace Siglos y José Ingenieros lo afirmaba nuevamente hace unas décadas.

Las redes, la inmediatez, el sentido de pertenencia entre otras tantas cosas hace que el montón del medio, como diría Giuseppe, sea cada vez más del medio. Como si todo estaría pensado, el mercado manda y el consumidor obedece.

Si critico lo que veo, cargaría de subjetividad un pensamiento y lo tiraría automáticamente por la borda. Prefiero preguntarme ¿Por qué escuchar eso? ¿Por qué no? ¿Por qué vestirme de esas forma? ¿Por qué no? ¿Por qué preguntarme los por qué? ¿Por qué no?

Y de ese modo transito mis días, sumergido en los confines de mi prejuicio, luchando contra mi subjetividad. Jugando a ser un niño debajo de una mesa, intentado descubrir que pata es verdadera y cual una imitación.

Abg. Franco Martinez Cea
Esp. Ingenieria Gerencial
www.Martinezcea.com.ar