Las «eternas» tareas pendientes

Las «eternas» tareas pendientes

Termina el día y la cabeza sigue pensando en las tareas pendientes, un día más que se trabajó sobre lo urgente y se dejo la agenda diaria de lado.

Suena el celular, y lo miramos de reojo, un tarea mas que se agrega y posiblemente no vayamos a cumplir en tiempo y forma.

“La semana que viene sin falta”, aunque por dentro sabemos que esa promesa es una cuestión imposible.

¿Dónde estamos dejando la calidad de vida?

Encontrar algo que nos guste y/o nos desafíe, y encima combinarlo con la capacidad de ejecutarlo de forma independiente, nos hace imaginar (con mucho acierto) que puede ser el camino a la libertad.

Siempre resaltamos que la organización de los procesos es la base fundamental para crecer y no explotar en el intento. Pero intentar vivir en armonía con nuestras promesas debe ser otro apartado fundamental de nuestra agenda.

¿Una agenda?

Tener en la cabeza todas cuestiones pendientes e ir agregándole mas, es similar a cargar una mochila que todos los días le agregamos piedras nuevas que no sabemos cuándo vamos a sacarlas. ¿Hay espalda que aguante?

Bajar las cosas al papel es una enorme solución, y la tecnología transformó ese simple papel en un sinfín de herramientas que nos posibilitan organizarnos de manera eficiente y sencilla.

Debemos entender que el nuevo mercado requiere un mayor poder de organización. Antiguamente la velocidad permitía que una libreta llevara adelante la organización de nuestra PYME. Todo evolucionó, y debemos adaptarnos.

No puedo ya

Tres simples palabras que podrían evitarnos los eternos dolores de cabeza diarios, o esa voz interior que nos repite “no estás cumpliendo”.

La inmediatez en la que vivimos nos confunde constantemente, y esto es algo que debemos evaluarlo. Es preferible cumplir en dos semanas, que pasarse 14 días prometiéndonos que será mañana, pasado y pasado.

Un cronograma de trabajo nos ayuda a frenarnos y empezar a trabajar sobre un esquema de tiempo real.

Saber cuál es el orden de las tareas, no solo nos mejora la logística y los tiempos de ejecución de los procesos, como consecuencia directa nos permitirá abaratar costos, punto del que hablaremos en otro escrito.

Accioná hoy para planificar mejor

Soluciona las cuestiones pendientes y no tomes compromisos o tareas con fechas imposibles. Materializá tu «agenda mental» de trabajo con el fin de poder verla y tenerla impresa con un orden en la cabeza. Organizá tu entorno de trabajo y que todo el equipo trabaje en la misma sintonía.

Lucha por disfrutar de tu crecimiento, que es lo que va a convivir con nosotros mismos los 365 días del año.

Abg. Franco Martinez Cea
Esp. Ingeniería Gerencial
www.martinezcea.com.ar
ra.moc.aeczenitramobfsctd@ocnarf

Crecer y no explotar en el intento

Crecer y no explotar en el intento

Empieza a aumentar nuestro caudal de trabajo y ya no alcanza el tiempo para cumplir con los compromisos asumidos.

Venimos con el primer impulso acostumbrados a la necesidad de crecer y nadie nos enseño cómo decir que no o simplemente que no va a poder ser ya.

Es en este punto cuando empezamos a fallar en cuestiones que antes no fallábamos. Es hora de frenar y revisar la estructura.

¿Crecemos?

La respuesta automática siempre a va a ser SI, pero esta afirmación deberá cumplir con una cuestión fundamental para que pueda sostenerse en el tiempo. Se deberán ordenar los procesos internos.

Cuando una Pyme inicia la actividad puede hacerlo de forma unipersonal o con alguna persona que lo acompaña. Mayormente esta nace de una relación de confianza de carácter informal.

Sea cual sea el modo, lo fundamental para el que se anima es el conocimiento, la experiencia y/o el oficio. El resto pasa a un lugar secundario.

¿Qué es lo secundario?

En ese comienzo lo principal es la gracia que sirve de motor al proyecto, ese conocimiento, experiencia y/u oficio que pensamos explotar. Lo secundario es básicamente todo el resto.

En esos primeros pasos lo fundamental es sobrevivir. La cabeza focalizada en emprender con todas las fuerzas, no se detiene a pensar que todo lo secundario va a terminar siendo los cimientos de la futura PYME.

Y de no hacer a tiempo esas bases fundamentales para el mañana, esa misma cabeza que nos aporto las alas, va a tener que hacer de soporte al proyecto, y es ahí cuando nace el primer gran problema.

La cabeza del proyecto

Una persona que por la experiencia, estudio, conocimiento y/u oficio decide emprender, tiene desde ese momento una característica que explotar que lo puede hacer diferente, la actitud.

La actitud nos va a permitir captar nuevos clientes, tomar decisiones a tiempo, pero por sobre todo nos debe ayudar a manejar la ansiedad y alimentar la constancia.

Si la tarea está bien realizada y se desarrolla el grado de actitud necesario para mejorar, es posiblemente que en algún momento comencemos a sentirnos sobrepasados por la diaria.

Los síntomas de que vamos bien, pero por mal camino

Ya dimos el primer paso, tenemos una cartera de clientes, el boca en boca está empezando a generar resultados y no estamos pudiendo cumplir.

La agenda ya no tiene un orden, empezamos a trabajar sobre las cuestiones urgentes (el que más insiste va saliendo), empezamos a sentir que no estamos disfrutando nuestra tarea diaria.

Aumento el trabajo y el ingreso, pero no sabemos cuanto es en realidad, ya que las cuentas de los proveedores y los clientes caen todas en el desorden diario.

Frenemos a reforzar la estructura

Esta nueva era nos dio herramientas para poder ordenarnos, y de no saber cómo, debemos buscar el modo de aprenderlo.

Toda buena idea debe ir acompañada de una estructura que nos permita crecer con confianza, midiendo hasta donde llegar, sin tener que vivir con las tareas urgentes todo el tiempo.

Todo proyecto personal esta empujado por amor propio y mucho sacrificio, pero no debemos olvidar que el objetivo principal de todo crecimiento, es ganar calidad de vida.

Abg. Franco Martinez Cea
 Esp. Ingeniería Gerencial
www.martinezcea.com.ar
ra.moc.aeczenitramobfsctd@ocnarf