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«Damas y caballeros, estamos entrando en zona de turbulencias sociopolíticas y económicas, por favor regresen a sus lugares y abrochen sus cinturones».Ya veníamos de movimientos económicos bruscos, incertidumbre y una especulación excesiva. Pero hace semanas entró en juego el desabastecimiento, es una maniobra que conocemos en Argentina, y no nos trae buenos recuerdos.Los titulares de los medios más prestigiosos, ¿estarán pasando por alto esta situación que no se menciona? ¿O hay algún motivo extra para que no sea tapa de todos los portales?Sorprende la tranquilidad notoria en cada entrevista de los funcionarios de más alto rango del gobierno, los medios solo preocupados por la brecha del blue, anuncios y sorteos de créditos hipotecarios, pero, los corralones del país están sin una bolsa de cemento o ladrillos en sus galpones, y trayendo arena desde los lugares más extraños. Las importaciones al 25% de su dinámica. Los hierros son un bien de lujo, y las chapas para techo son casi una especie extinta.Estamos atravesando una situación que para muchos es nueva, y algunos quizás la puedan relacionar con la hiperinflación de 1989, pero si hay algo en lo que todos coinciden, es que no se sabe hacia dónde va el vuelo.Las cuentas corrientes congeladas o con plazos acotados, solo están generando un brusco corte en la cadena de pagos. Que si bien, no traerá aparejada una significativa cantidad de cheques de vuelta (debido a que la mayoría de esas chequeras terminaron de caer en 2019 o principios del 20), si, quitará esa liquidez en pesos, que no era de lo más deseada, pero ya nos veníamos acostumbrando a una caja segura.¿Y cómo seguir cobrando si no le damos la materia prima o las herramientas para generar ingresos?A mi parecer, es uno de los desafíos más complejos que tienen para resolver los empresarios y emprendedores en los próximos meses.La situación sociopolítica y económica Argentina fue empeorando a lo largo de este año. Y aquí nos encuentra a los más de 40 millones de pasajeros, adentro de un avión ingresando a zona de turbulencias, con la tripulación totalmente encerrada en la cabina de mando, esperando que milagrosamente algún aeropuerto les autorice un aterrizaje de emergencia.Abg. Franco Martínez Cea
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“Toma nota en la libretita” decía el señor de la despensa de barrio cuando nos mandaban a realizar las compras.Los tiempos cambiaron, y no solo fue la tecnología la que avanzó a pasos agigantados, sino que también, existe por lo menos una generación que ya no toma referencia del comentario de la primera línea.
Entonces la pregunta obligatoria que surge sería ¿Los estamos teniendo en cuenta?La necesidad de reinventarse en este nuevo mundo comercial, nos presento y presenta una infinidad de cambios, pero debemos detenernos en un detalle ¿Acaso no se ha renovado nuestra clientela?, ¿los hijos de nuestros clientes, entienden o comparten el mecanismo de sus padres?La globalización trajo consigo nuevos métodos comerciales, y con ello, un sinfín de cuentas corrientes desencajadas. Podríamos decir que el buen resultado de las ventas, es suficiente para mirar al costado cuando la lista de cuentacorrentistas supera una facturación mensual. Pero debemos recordar que las reglas de juego en nuestro país no son claras, y menos aún constantes.Tenemos una inflación mensual muy alta, a eso le debemos sumar la devaluación promedio, y como último factor importante, no podemos dejar de mencionar la necesidad de especulación del mercado proveedor.¿Cuánto estamos rentabilizando realmente? ¿Y si los márgenes de ganancia, reinversión y gastos no están sobre una base real de cálculo? Esto nos debería presentar la necesidad imperiosa de ajustar nuestra estrategia de cobro, como así lo hicimos con nuestra forma de venta.La tecnología, trae consigo una inmediatez en la cobranza, y no podemos dejar de verla como una herramienta principal en nuestra gestión diaria. ¿Cobramos como vendemos?Entender al mercado y sus actores, es la mejor manera que tenemos de adaptarnos rápidamente a los cambios imprevisibles que traen estos nuevos tiempos. Ya que si bien pueden modificarse las reglas de juego y el contexto, no debemos olvidarnos, que los que forman parte del circuito, siguen siendo los mismos.Abg. Franco Martínez Cea
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