Destacados, Newsletters
Esto explicaría con claridad, lo que ocurre con la mayoría de las personas que tienen el sueño de emprender, pero cuando imaginan el futuro que desean, en la mayoría de los casos es superado totalmente por la frustración que genera la lejanía.
¿Y qué ocurriría si dejamos de lado ese futuro ideal, y nos detenemos en el proceso?
El proceso es el lugar en donde realmente se va a moldear ese futuro hipotético.
Centrarse en los detalles de ese futuro, es irrelevante, ya que será construido con los puntos que surjan del proceso.
Una idea, un proyecto o una innovación tienen que tener cubiertas cuestiones básicas para los primeros pasos, pero las cuestiones menores que van a ir surgiendo entre la creación y el supuesto ideal, son los actores principales de la historia.
Idear, planificar, hacer cálculos, imaginar, y volver a idear, es el comienzo. Pero se debe avanzar al segundo paso para poder ver si esos cálculos son exactos o deben ser revisados o modificados.
Ya escuché tu plan, ya escuché el futuro ideal, hasta me arriesgo a decir que me contagiaste por momentos la sensación de placer que genera ese futuro imaginario, pero…
¿Cuándo pasas al segundo paso?
El segundo paso es el proceso, el ahora, y en donde el arte, nuestro arte, es la que marca las huellas.
Cada plan, proyecto o negocio, tiene una idea, pero la misma es moldeada con seguidillas de improntas personales que le pongan los integrantes de la misma.
Mis escritos hablan de los equipos de trabajo, de la importancia del valor humano en los proyectos. Pero un proyecto que no pasa al proceso, es simplemente una idea. Y el mundo está lleno de ideas, se necesitan más procesos.
Cuando arrancas, te puede salir mal una, dos, mil veces, pero si el objetivo es claro, la constancia y la creatividad van a ser las herramientas que nos hagan parar cada vez que nos toque caernos.
¿Qué nombre le pondrías a tu miedo?
Al mío le puse “aceptación”, y cuando le di nombre le di entidad, y cuando lo pude reconocer, lo ataque con tantas fuerzas que me olvide que tenía miedo.
Ese impedimento es la fina barrera que separa la idea del proceso, y hasta que no lo superemos, no podrá aflorar nuestra inventiva, esos recursos que uno no sabe que los tiene, hasta tanto no abramos el cajón de los miedos.
Abg. Franco Martinez Cea
Esp. Ing. Gerencial
www.martinezcea.com.ar
@martinezceayasoc
Links bio, Management, Newsletters
Dentro del desarrollo de los anteriores escritos, hemos profundizado en lo que respecta a la tarea de delegar, tomar decisiones y la responsabilidad que posee el líder en el seguimiento de las funciones.
Dentro de los equipos de trabajo, ha cambiado la distribución de las tareas y el desarrollo necesario para realizarlas.
Luego de la ultima revolución industrial, la educación comenzó a formar personas para tareas repetitivas, característica laboral que hoy comienza a ser obsoleta.
Especializarse en la función
Especializarse, hoy no significa saber realizar una tarea repetitiva, comienza a adquirir un significado que lo relaciona a “la capacidad de resolver cuestiones especificas de nuestra función”.
Ya no nos resulta extraño ver carreras cortas, tecnicaturas o cursos direccionados a prestar formación en tareas totalmente específicas, y esto no se ofrece como algo pasajero, es hacia donde se dirige el mercado a pasos agigantados.
Para una farmacia, es mejor tomar un nuevo integrante que tenga un curso en atención farmacéutica; como así también a un estudio contable, contratar a alguien con un curso de asistente contable o en liquidación de sueldos.
La era de la especialización ha llegado, y debemos entender a este cambio, como una muestra de progreso en lo que respecta al avance del mercado.
Cada equipo de trabajo, tiene diferentes realidades, pero todos tendrán mejores rendimientos en lo que respecta a eficacia y eficiencia, si sus integrantes se especializan dentro de sus áreas.
La especialización trae independencia en las tareas, ya que la capacidad de tomar decisiones se incremente con la seguridad que poseemos sobre la función que realizamos.
Las transformación de las PYMES
El desafío que tienen las empresas de mediana y pequeña escala, es adaptarse a este principio, para conseguir de este modo una mejor adaptación a la nueva realidad comercial, bajar costos y mejorar la eficacia y eficiencia en los procesos. Logrando con esta premisa, la inmediatez que el mercado hoy requiere.
Los planes de trabajo claramente segmentados, funcionarán de forma armónica, permitiendo obtener información clara a la hora de tener que tomar una decisión.
Un equipo de trabajo bien direccionado, es aquel que sabe dónde se dirige, que rol cumple cada uno dentro del objetivo colectivo y por sobre todas las cosas, entiende que su función es relevante para el grupo.
Abg. Franco Martinez Cea
www.martinezcea.com.ar
ra.moc.bocigobfsctd@ocnarf
@martinezceayasoc
Newsletters
Las empresas de nuestra región comienzan a entender que es imposible oponerse al factor tiempo.
La tecnología no vino como una guerra mundial o una invasión desmedida. Llegó como un factor más de la evolución, que aceleró procesos que nadie tenía previstos, y con sus diferencias, todos se encuentran luchando por adaptarse.
Pero… ¿todos luchan por adaptarse o hay algunos que aún siguen luchando por oponerse?
Esa cuestión ya está resuelta, para atrás no se vuelve y esto tiene que razonarse. Creer que aún se puede mantener el control total de algunas cuestiones, ya no funcionará.
Estamos reinventándonos como raza, así que no debe sorprendernos si esa adaptación que nos toca vivir, por haber nacido justo en esta porción mínima de la línea histórica, nos genera algunas sensaciones de incomodidad.
Pero se debe entender que la sensación de incomodidad debe nacer de la adaptación al cambio y no de la oposición, porque esa lucha no existe, es obsoleta.
Vamos hacia algo que no conocemos con certeza, y fue tal el shock de la tecnología, que es normal que la sociedad tenga un trauma generalizado por tantos cambios en menos de 20 años. ¿Y los que tienen menos de 20 años?
Mirar nuestro alrededor intentando imaginar un futuro, no es una tarea que invite a sentir una sensación de control y seguridad, más bien nos invita a crear sobre supuestos.
El ser humano comenzó a razonar cosas que jamás tuvo la posibilidad de imaginar. La tecnología dio acceso a respuestas que antes eran limitadas a un sector. La cultura se está homogeneizando a través de redes sociales.
La comunicación perdió su centralización, alejándose de los patrones unificados, y cada pensamiento tiene su lugar, sin importar la cantidad y haciendo fuerza en la especificación del contenido.
El mundo se hace por los que están, pero pensando en los que vienen. Y esta premisa, vino a patear un tablero de ideologías, que aun se llegan a leer en un pizarrón, que está tirado en el fondo del patio, olvidado y a la intemperie.
Abg. Franco Martinez Cea
www.martinezcea.com.ar
ra.moc.bocigobfsctd@ocnarf
Newsletters
La impronta de una mente joven, combinada con la ventaja de conocer las nuevas reglas del mercado, llevó a que pymes nuevas, de líderes que no superan los 40 años, hagan crecimientos espontáneos y a un ritmo vertiginoso, algo que esa generación entiende a la perfección.
Crecer con estructura
Pero no todo es en términos positivos cuando hablamos de esta clase de crecimientos. Es necesario generar bases sólidas, que nos permitan planificar con un alto grado de certeza.
Cuando hacemos referencia a una estructura sólida, hablamos de lo interno, ya que aludimos a nuestra empresa. Los crecimientos espontáneos, se producen, casi en su totalidad por líderes que poseen una visión exquisita del mercado, es decir, lo externo.
El marketing, supone la capacidad de entender y predecir al mercado y a los clientes que se encuentran abarcados en nuestro rubro. Esta visión, con experiencia y algunas bases teóricas, ha hecho que líderes jóvenes desarrollen de sobremanera la intuición sobre las necesidades y deseos del consumidor.
Pero la capacidad de entender al mercado, por una cuestión lógica, genera excesos de confianza que en la mayoría de los casos, terminan siendo un impedimento para mejorar las rentabilidades, costos y organización interna.
La administración como pilar fundamental
La necesidad de generar una administración ordenada y organizada, debe ser colocada en la lista de prioridades de nuestra empresa, emprendimiento o proyecto, sin importar el tamaño o margen de facturación de los mismos.
La administración debe funcionar como el centro de información de las decisiones que tomamos, ya que desde los datos aportados por el sector saldrán las directivas exactas y fundamentadas a realizar.
La velocidad del mercado
En la vorágine diaria, junto con la inmediatez que nos obliga a reinventarnos constantemente, es fundamental poder frenar a mirar un tablero de juego en donde se encuentren nuestros números claros, y desde ahí, dar el siguiente paso.
El exceso de confianza y las buenas rachas, pueden hacer que se confunda “la aproximación”, con “la exactitud”. Y ese punto puede ser crucial.
La administración no solo organiza la empresa, sino que ordena nuestros tiempos personales. Porque al final de cuentas, nunca debemos perder de vista el objetivo central, que no es otra cosa, que mejorar nuestra calidad de vida.
Abg. Franco Martinez Cea
www.martinezcea.com.ar
ra.moc.bocigobfsctd@ocnarf
Destacados, Newsletters
Los cambios generacionales, siempre traen aparejados algunos nuevos conceptos que suelen ser un dolor de cabeza para los empleadores. Pero los mismos no corresponden a otra cosa más que a la persecución de un estado de equilibrio.
Ese estado de equilibrio, suele por momentos pisar los extremos, confundiendo el término libertad, con libertinaje. Transformando una construcción positiva, en un acto de rebeldía sin sentido.
El año 2020, aceleró los procesos de transformación, y la inmediatez, concepto repetido en varios artículos, obligó a las empresas a accionar un modo de trabajo ágil y automatizado, reubicando al ser humano en un nuevo lugar dentro de la misma.
La gestión de tecnología como intermediaria necesaria y por excelencia, no solo resuelve la inmediatez, sino que también, llegó para acortar distancias, generando en nuestro equipo de trabajo un cambio de rumbo, que nos obligó a considerar la capacidad de adaptación como una de las principales herramientas de valor.
Los integrantes más jóvenes de los equipos de trabajo, son comúnmente los que con mayor celeridad pueden adaptarse a los cambios que requirió esta situación, pero suelen tener una negativa a la hora de generar y potenciar el sentido de pertenencia.
Es aquí en donde nace un nuevo desafío, que consiste en encontrar la forma de despertar la motivación dentro de esos grupos de trabajo, que nos permita planificar a mediano y largo plazo.
Entender al equipo de trabajo como herramienta principal, nos permite diseñar planes que puedan ser modificados de forma espontanea, sabiendo que los eslabones fundamentales de nuestra estructura acompañaran el movimiento.
Los jóvenes de hoy, formados con tecnología, y ampliamente superiores en esta materia a su generación anterior, en la cual se encuentran entre otros sus padres y educadores, entienden a la inmediatez como parte de su rutina.
Detectar, potenciar y fomentar la superación de los integrantes principales de nuestros equipos de trabajo, les aportará herramientas personales, que debemos combinar con un ambiente laboral que genere sentido de pertenencia y posibilidades de superación personal.
Este cambio de paradigma, nos invita a buscar en nosotros las mejores herramientas que puedan potenciarnos para crear los espacios y oportunidades necesarias que la nueva generación necesita, para que de este modo, se logre transmitir la idea de un crecimiento colectivo.
Abg. Franco Martinez Cea
www.martinezcea.com.ar
Newsletters
Aunque el título invita a centrar nuestra atención en la búsqueda de un nombre aislado. Lo que transforma en singular la descripción, es que ellas utilizan una misma herramienta, el Amor.
Pasan los años, y los 8 de marzo van tomando fuerza. Hay quienes centran su atención en los aspectos secundarios, pero debemos invitarnos a entender que para llegar al equilibrio, muchas veces se pisan los extremos, por desconocimiento, o por necesidad.
Mi madre siempre creyó que podía, lo que me hizo creer.
Mi compañera de vida, me demostró que podía, por eso me animé.
Y mi hija, me hizo entender que debía, y gracias a eso entendí a la vida como un proyecto.
Luchar juntos como sociedad para forjar libertades nos construye, reconstruye y reinventa.
Franco Hijo, Compañero y Padre