Algunos medios del siglo anterior, aún ponen en la mesa de discusión eso de estar a favor o en contra del empresario, o estar del lado o no del empleado.
La mayoría de los sindicatos, en vez de aportar iniciativas como una figura de superación colectiva, aportan una mirada contrapuesta que termina perjudicando a ambos actores, empleador y empleado.
Hoy la legislación añeja que regula la relación laboral, vuelve a funcionar como ancla y no como herramienta superadora.
Hay una vieja escuela de negocios que ya ha comenzado a perecer, y una nueva mirada futurista que sigue con los ojos en el mercado, pero intentando reparar algunas cuestiones.
Las cuestiones
Ser el dueño es tener a cargo la toma de decisiones y las consecuencias de las mismas. Por ende, los problemas importantes caerán sobre este, como así también los beneficios extras que resulten de la operatoria.
En las últimas décadas, el desarrollo del empleado ya no depende solo de un sueldo básico, hoy para poder mantener las partes fundamentales de los equipos de trabajo, se debe mejorar la realidad de los mismos.
La condición de actores principales del párrafo anterior, se encuentra directamente relacionada al compromiso y la capacidad resolutiva de los mismos, y eso es algo a lo que debemos empezar a acostumbrarnos
¿Y si no funciona?
Un empleador tiene la obligación para con el empleado, pero este, tiene que cumplir el rol que se le asigna dentro de la estructura de trabajo. Si no, no funciona.
El término “no funciona” suena fuerte, pero es real. Ya paso la época del trabajo esclavo con funciones masivas. Hoy se necesita que ambas partes se complementen por el objetivo en común.
La parte empleadora deberá reevaluar cuestiones como son el sueldo o beneficios especiales, y la otra deberá cumplir con las expectativas que su puesto requiere.
Si el empleador no cumple con las expectativas que tiene el empleado, este siempre tendrá la opción de buscar mejores oportunidades, y a esta cuestión también debemos comenzar a acostumbrarnos.
Pero.. Si el empleado no cumple con las expectativas del puesto, ¿Qué opción tiene el empleador?
El párrafo anterior puede despertar dos sensaciones, una que la acepta y la otra que la rechaza, pero debe primar la objetividad y entender que un negocio siempre busca ganancias.
Negocio para todas las partes
Como empleados, la cuestión de conocernos y entender cuáles son nuestras virtudes, nos va a ayudar a encontrar un lugar en el mercado que se ajuste a nuestro perfil, y de este modo, poder perseguir nuestras expectativas.
Como empleadores, no solo debemos estudiar al mercado, debemos replantearnos que esperan los actores principales de nuestro equipo de trabajo, y desde esa premisa comenzar a trazar un camino en conjunto.
En esta nueva era, el negocio deber ser negocio para todos, de lo contrario, no será nada.
Abg. Franco Martinez Cea
Esp. Ingeniería Gerencial
ra.moc.aeczenitram @ocnarf
www.martinezcea.com.ar
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