El terreno, la casa, el auto y… ¿esperar a jubilarnos?
La nueva era no solo trajo cambios en la forma de comunicarnos, nos presento un sinfín de preguntas que aún la clase media no había podido plantearse.
La generación nacida entre los años 40 y 60 que ingresaban al mercado laboral como clase media trabajadora, tenían una característica que en el Siglo XXI está comenzando a escasear, vivían para trabajar.
Los hijos de esa clase media
Una generación que vive para trabajar, sumado a condiciones favorables para nuestra región a nivel mundial, permitió que estos padres de clase media, críen e inserten en el mercado laboral, la primera gran camada de hijos universitarios de la clase media.
Este suceso, genero un efecto domino en todos los espacios profesionales, que antes se encontraban reservados para un sector minoritario de la sociedad.
Esta revolución intelectual y laboral, sacudió sectores que hasta ese momento se encontraban prácticamente monopolizados.
El derecho a ocupar un lugar como profesional, por el simple hecho de poseer el conocimiento y la destreza necesaria, aceleró los pasos en la expansión de las empresas, obligando a los actores más importantes del mercado a dejar de lado esas bancas acomodadas que se reservaban por cuestiones sociales, para empezar a ocuparlas con talentos que acompañaran el crecimiento acelerado que se reflejaba en el mercado.
¿Hasta cuanto?
Los hijos o nietos de esa clase trabajadora que dio el puntapié inicial, no tienen la misma concepción de progreso que tenían sus antecesores.
El sector de la clase media trabajadora, que cuenta con un titulo terciario o universitario, no tiene en mente trabajar 12hs por día con el simple objetivo de adquirir cada vez mas bienes materiales. La cantidad necesaria de los mismos, hoy se encuentra en conjunción a la cantidad de horas que uno esta dispuesto a entregar.
Debemos resaltar que antes el conocimiento sobre lo externo estaba enfrascado, hoy se puede enviar un currículum a una postulación del otro lado del planeta, para trabajar de forma remota en cualquier parte del mundo.
¿Jubilarse? Pretender que una persona de 30 años, que arranca a dar pasos firmes, se detenga a pensar en una jubilación para dentro de por lo menos 35 años, es algo que en esta era de la inmediatez no está ocurriendo, y tenemos la obligación como sociedad de replantearnos las normativas desactualizadas que regulan dicha cuestión.
El sentido de pertenencia.
«Trabajar para pertenecer» fue una bandera que durante años daba respuesta al concepto de «vivir para trabajar». Luego, «Que nuestros hijos estudien para pertenecer a ese escalón social que nosotros no llegamos», fue otra de las causas más importantes para que nuestros antecesores sigan implementando esa forma de vivir.
Hoy, los jóvenes con un estudio terciario o universitario no solo se estan replanteando la paternidad y la responsabilidad que acarrea, sino que además tienen la concepción de la muerte mucho mas naturalizada. Por ende, esto hizo que el tiempo comience a cumplir el rol que le corresponde.
No es algo menor, que la hiperconectividad, por momentos dispare un mensaje desvirtuado de “vivir la única vida”, que se presta a la confusión con algunos conceptos del libertinaje, impropiedad que no le es conveniente a ningún sector de la sociedad.
Acompañando esta premisa, para la nueva generación, el sentido de pertenencia no tiene validez, si para conseguirlo hay que dejar la vida.
¿Y ahora?
Las empresas más avanzadas del planeta, atentos a esta nueva concepción, comenzaron a implementar herramientas que les permitan seducir a los talentos jóvenes que comienzan a asomarse en el mercado.
Las Pymes de nuestra nación, salvando las distancias de los niveles culturales promedios, están comenzando a replantearse de qué forma pueden lograr generar un sentido de pertenencia de esta generación hacia la empresa.
El antiguo empresario, dudaba de contratar a alguien por miedo a que no sea lo esperado y encontrarse en un problema que duraría hasta la jubilación.
El nuevo empresario debe comenzar a utilizar la creatividad, ya que no solo tiene la obligación de encontrar a las personas más talentosas, sino que además, ahora tiene la tarea de lograr que la persona que eligió, también lo elija a él.
Abg. Franco Martinez Cea
Esp. Ingieria Gerencial
www.martinezcea.com.ar
ra.moc.aeczenitram @ocnarf
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