Si en algo coincidimos todos, es que en este 2020 las economías del mundo obligaron a los actores del mercado a tener que ajustar la dirección varias veces. La rentabilidad y los costos se modifican sobre una base porcentual. En materia impositiva podemos ver la forma de dilatar vencimientos. Pero, ¿cómo hacemos para que el factor humano se adapte a cada uno de esos cambios?
Cuando llegan los últimos días hábiles del año, comenzamos a sentirnos cansados y a replantearnos cuestiones a modificar para cuando el calendario de su vuelta de página. Este año en particular, fue demasiado cansador para todos, lo que nos obliga a mirarlo con una objetividad superior.
Los que forman parte de nuestros equipos de trabajo, también vivieron con cierta incertidumbre la pandemia. Pero en la mayoría de los casos, no están preparados a los bruscos cambios de rumbo a los cuales están expuestos los empresarios, emprendedores o líderes de equipo.
Todos coincidimos en que se modificó considerablemente la forma de trabajar, el mercado cambió su forma de interactuar, y nos vemos obligados a adaptarnos lo más eficientemente posible. Y es en este punto en donde nuestro equipo de trabajo cumple un rol fundamental.
El factor humano de una empresa en la era de la nueva normalidad, viene a cumplir un papel decisivo en la interacción con el cliente y su entorno. La inmediatez en el intercambio de información no es algo menor a la hora de evaluar nuestra situación en el mercado.
Nuestro equipo de trabajo estaba adaptándose a la velocidad que exigían los negocios, pero nadie imaginaba que ese proceso que llevaría de 5 a 10 años, se vería forzado a adaptarse en solo 3 meses. Es inevitable que el clima de cualquier grupo humano se vea afectado, como dijimos alguna líneas atrás, en su mayoría no están preparados a reiterados cambios de rumbo de forma repentina.
El desgaste del factor humano, debe ser evaluado desde una objetividad individualizada. Entendiendo que hay roles que hoy pasaron a ser innecesarios, y otros potenciales, hoy empiezan a cobrar un valor más significativo. Debemos una vez más utilizar todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance para reubicar y potenciar las características de los equipos de trabajo.
Este año que nos deja nos obligó a reinventarnos una y otra vez, debiendo recurrir a nuestra creatividad durante todo el proceso, innovando, adaptando, generando ideas que nos permitan dar ese paso futurista en un escenario de total incertidumbre. Nosotros, el equipo de trabajo de Gicob, le deseamos y nos deseamos, que toda esa creatividad que tuvimos que sacar del cajón de los recuerdos, no la guardemos nunca más.
Abg. Franco Martínez Cea
www.martinezcea.com.ar
ra.moc.bocig @ocnarf
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