Los equipos de trabajo están formados de manera general por dos grupos: los que toman decisiones y los que las implementan.
El hecho de tomar decisiones, resulta ser una cuestión que genera un grado de superioridad, pero que son muy pocos los que están preparados para realizarlo.
El estar preparado, no solo implica aptitud (conocimiento y experiencia). Por sobre todas las cosas, hace referencia a la actitud, en pocas palabras, la capacidad de hacerse cargo de un error.
La responsabilidad en los mandos medios y altos
Los puestos que requieren toma de decisiones, tienen varios factores de incidencia directa. Entre ellos debemos resaltar: la responsabilidad, que suele surgir ante los imprevistos, y las relaciones humanas con el equipo de trabajo.
La responsabilidad, genera ante un imprevisto la obligación imperiosa de remendarlo o encontrar una alternativa. Lo cual genera sensaciones que muchas personas prefieren evitar.
Tomar decisiones no funciona como un acto aislado, debe ser alimentado con formación y experiencia.
El margen de error
Por otro lado, el lugar en donde se ejerza la toma de decisiones, debe considerar el error como parte de la función. Este factor es crucial para que el líder, jefe o gerente pueda desarrollarse con soltura, ya que debemos considerar, que la mayoría de los cambios positivos, nacen de las decisiones tomadas por estos sectores.
La parte del equipo de trabajo que debe implementar las directivas, debe entender que la característica principal que ubica al líder en esa posición, es la capacidad de tomar decisiones, y principalmente, toda la responsabilidad que esto acarrea.
Las capacitaciones siempre están dirigidas a los lideres, algo que está comenzando a cambiar, ya que si bien entendemos lo importante que es capacitar al que toma decisiones, debemos acompañar y ayudar a entender la funcionalidad del equipo, a aquellos que implementan las directivas.
Un engranaje perfecto
Formar un equipo de trabajo, no es más que entender que se necesitan cada una de las individualidades para formar un todo.
El arriesgado, el ordenado, el detallista, el convincente, entre otros… Son todos necesarios, para generar un engranaje que funcione positivamente.
Todos los integrantes del equipo tienen alguna capacidad a desarrollar, nuestro rol es ayudarlos a descubrirla y potenciarla, principalmente por y para ellos, ya que desde esos sectores del engranaje, nacerán las nuevas ideas.
Abg. Franco Martinez Cea
www.martinezcea.com.ar
ra.moc.bocig @ocnarf
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