Los tiempos avanzan y dentro de los equipos de trabajos tenemos rangos etarios, que van desde los 18 a los 65 años, siendo esto uno de los nuevos desafíos del liderazgo.
Los jóvenes, su relación con lo inmediato y la necesidad de encontrarle un sentido al trabajo, que exceda lo económico, ha planteado un dilema difícil de manejar puertas adentro para los líderes, emprendedores y empresarios.
Los equipos de trabajo homogéneos
Un mostrador en donde se utilizaba el miedo como mecanismo de control ya no tiene validez para esta nueva generación, pero sigue siendo la sombra de aquellos que están en sus últimos años de actividad.
A la hora de tener que lidiar con estos grupos de edades heterogéneas, suele ocurrir que la misma directiva no termine siendo efectiva para el conjunto, o hasta llegue a generar malestar en uno de los sectores.
Los jóvenes necesitan una cierta flexibilidad en sus tareas, mientras que esto a los experimentados, suele generarles una sensación de alta permisividad de parte de los encargados de las toma de decisiones.
Y los experimentados, necesitan sostener cierta estabilidad en sus tareas (tema difícil de mantener en los tiempos que corren), y esta situación de adaptación, llega por momentos a generar en los jóvenes, una sensación de superioridad frente a sus pares.
La comunicación como herramienta principal
Es necesario y determinante generar un canal de comunicación claro para nuestro equipo de trabajo, donde de forma individual, cada uno entienda y reconozca sus virtudes y debilidades. Para evitar conflictos en las directivas grupales.
El reconocer virtudes y debilidades de forma individual le va a permitir a cada integrante, focalizar su atención en el perfeccionamiento de habilidades y la mejora de deficiencias, quitando de esta manera la atención sobre sus pares.
La claridad en la comunicación debe ayudar a trasmitir el entendimiento que se tiene sobre cada uno de las partes del equipo, en otras palabras, compartir de forma constructiva la mirada que se tiene sobre los demás integrantes del equipo, intentando generar un proceso de construcción colectivo.
Tiempos de transformación
Pensar lo expuesto como una cuestión utópica es colocarse erróneamente en un estado de quietud. Los nuevos tiempos demandan más participación desde los sectores de liderazgo para generar lazos que dispongan objetivos en común, en lugar de solo órdenes imperativas.
Transmitir confianza, en conjunto con la idea de un crecimiento colectivo; no viene a imponerse solo como un discurso motivador, sino que llega para hacer un cambio estructural en el modo en que se maneja el mercado.
Abg. Franco Martinez Cea
www.martinezcea.com.ar
ra.moc.bocig @ocnarf
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